jueves, 16 de julio de 2009

Escribo para darme la razón

Ese es el único motivo. Escribo para darme la razón, porque necesito tenerla.

Escribo para darme la razón. Escribo porque es la única forma de hacerlo sin parecer autocompasiva, pero lo soy y me odio por ello. Escribo para no odiarme y me odio por no ser capaz de odiarme abiertamente. Escribo para hacerme trampas, pero no sirve de nada jugar sucio cuando no se trata de un juego.

Escribo para darme la razón. Escribo para no tener miedo. Escribo para entenderme. Escribo para no tener miedo de saber quién soy, de ser como soy. Y me odio porque me aterra un poco más cada palabra.

Escribo para darme la razón. Escribo para liberarme y me convierto en esclava de lo que escribo. Odio las etiquetas pero etiqueto. Escribo porque no sé sentir sin decir lo que siento. Escribo palabras nuevas para escapar de mi propia cárcel hecha con palabras viejas, y siempre cometo el error de creer que éstas son mejores.

Escribo para darme la razón. Escribo para ver más allá, pero las palabras son opacas. Escribo para no ahogarme, pero su imprecisión me asfixia y me convierte en alguien que no soy yo, que no dice lo que yo quiero decir.



Tengo razón, por eso escribo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario