domingo, 28 de marzo de 2010

PERO ÉSTA, ES OTRA HISTORIA...

Diciembre había sido distinto incluso antes de convertirse en su punto de inflexión.

Había apenas alcanzado a comprender que no era posible el exilio, cuando, ya resignada, se encontró con un oasis en los morros. Sólo era cuestión de haber abierto los ojos, pero la obstinación del desamparo cose, a veces, telarañas en los párpados. Probar la fruta prohibida se le antojó, de pronto, tan predecible; que decidió estandarizar el pecado y convertirlo en santo y seña de su nueva forma de vida.

Así es como nació esta historia fácil.

Su historia fácil estaba hecha de casualidades, pero ella entendió, sin tener que pensarlo más de un par de minutos, que este hecho no era nada excepcional, y le pareció tremendamente erróneo vivir creyendo en destinos milagrosos y en la física y la química. Se negó desde el principio a beber de las palabras, porque supo (por cierto, ya desde pequeña) que no son más que letras; que su efecto desmedido se debe sólo a las bocas, que, en realidad, sólo son dientes y lengua. Y una chica inteligente como ella, nunca se dejaría manipular por tamaños despropósitos insulsos, por muy agradables o calientes que éstos fueran.

Pero lo que ella ignoraba, es que en la vida de las chicas que se piensan más de dos veces los síes (y menos de una los noes), las historias fáciles casi siempre se complican.

Pero ésta, que es otra historia, todavía sigue siendo facilísima.

1 comentario:

  1. Gracies polos minutos de llectura ya polos de rellectura d'esta hestoria facil.

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